Hoy día, los tocados están más de actualidad que nunca y no únicament por la polémica surgida a raíz de las nuevas reglas de moda dictadas por el famoso hipódromo británico de Ascot. El resurgir de los tocados puede observarse en la gran variedad de eventos en que se lucen, independientemente de la edad de la persona que lo luce. Los tocados han vuelto y lo han hecho con fuerza, convirtiéndose en un complemento que, gracias a su diversidad, puede ser elegante o incluso divertido según los requerimientos de la celebración en cuestión.
El tocado sirve para diferenciarse, para marcar un estilo o para ser original, diferenciándose así de los sombreros o pamelas a los que, tal vez, estemos más acostumbrados. Normalmente, las pamelas dan paso a los tocados cuanto más tarde es el evento, aunque los tiempos cambian y cada vez esto se cumple menos a rajatabla. Los tocados suelen lucirse con vestidos cortos, pero usándose por la noche o en una boda, lo importante es saberlo combinar con el look, independientemente del largo del vestido.
¿Y qué es lo que hace único a un tocado? Su originalidad y exclusividad. Esta es la clave del éxito y cuanto más combine con la vestimenta, mucho mejor. Por eso, una gran elección de tocado es uno realizado con flores naturales o flores artificiales, un estilo que no fallará por su gran belleza y originalidad. El tocado será único, con una flor natural que combinará y realzará tu look.
Los tocados de flor fresca están cada vez más de moda, son tocados hechos para un día único, que se diseñan de forma personalizada para convertir esa especial y exclusiva. Lucirás el tocado ese día, y lo recordarás porque ha sido creado específicamente para ti, para ese evento y para ese vestido. Y será imposible repetirlo igual porque, precisamente, esta es la magia de los tocados de flor natural: ninguno quedará igual, por eso son únicos. Y por eso puede que repitas vestido con alguna otra invitada, ¡pero el tocado será imposible que lo repitas!
La presencia de los tocados de flor natural es cada vez mayor en testigos de boda y damas de honor e incluso en comuniones, ya que la flor natural es perfecta para estas ocasiones, simbolizando la belleza del momento, una belleza que durará unas horas pero será recordada siempre.
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