Tu propio huerto urbano

Llevamos unos días que no paramos; ramos, centros, bodegones... Y ahora es el turno de... ¡un huerto urbano! Sí, como lo leéis, hemos montado un huerto urbano que quedó muy bonito y que os animamos a que vosotros también plantéis. En nuestro huerto cultivamos lechuga, cebollino, tomillo y perejil y lo acompañamos de unas preciosas flores. Os dejamos unas fotos de lo bonito que quedó y debajo os contamos qué hacer para tener vuestro propio huerto urbano. ¡No os lo perdáis!

Porque ahora tener un huerto ya no es exclusivo de aquellas personas que poseen tierras, ahora solo necesitas una terraza, balcón o patio soleado y un grifo. Si siempre has querido cultivar tus propias verduras o hierbas aromáticas y disfrutarlas directamente del campo a la mesa, ya no tienes que seguir quedándote con las ganas.

En nuestro huerto en miniatura podremos cultivar gran variedad de verduras y hortalizas: berenjenas, ajos, acelgas, cebollas, pepinos, lechugas, espinacas, tomates, etc. Os recomendamos combinar el cultivo de distintas especies pero tened en cuenta que si optáis por los tomates, no los mezcléis junto con las patatas, las berenjenas o los pimientos.

¿Y qué hacer para trabajar un huerto urbano? Pues como os decíamos, necesitáis una terraza, balcón o patio soleado que tenga de 5 a 6 horas de luz directa al día y orientar el huerto hacia el sur. El riego y el abonado del huerto son básicos para el cultivo. Si lo váis a hacerlo manualmente, usad una regadera o manguera con muy poca presión y si es verano, regaremos el huerto al menos una vez al día. Si decidís montar un sistema por goteo, es necesario activarlo al menos dos veces de forma diaria. Nunca perdáis de vista la evolución del huerto para saber si necesita más o menos agua. Para el abono, lo mejor es usar abonos orgánicos y sustratos vegetales porque la calidad de la verdura que da es mejor y a la vez reciclamos.

¿Sencillo, no os parece? Ya no hay excusa para no disfrutar de tu propio huerto urbano y cultivar tus verduras en casa. Disfrutarás cuidándolo, la calidad de las verduras será mucho mayor que la de las verduras que puedas comprar en un mercado, estarás contribuyendo a un desarrollo sostenible y encima ahorrarás unos euros en la cesta de la compra. Y todo tan solo a cambio de una inversión muy baja de dinero y una inversión en tiempo que te parecerá ridícula al lado de lo mucho que te divertirás.